Odiseo, tras interminables años de lucha frente a las murallas de Ilión (Troya) en contra de los aguerridos troyanos, quiere regresar a su hogar. Pero los dioses no consentirán que la vuelta a casa sea tan fácil: Poseidón tratará de impedirlo de todas las formas. En casa, su amada Ítaca, queda su paciente esposa Penélope. Ella espera fiel junto a Telémaco, el hijo de ambos, y no pierde la esperanza. Mientras Odiseo luchará hasta el final.
Otra vez esta historia emociona a muchos. Entre ellos el grupo heavy asturiano WarCry, que hace que este mito permanezca en nuestra memoria y en nuestros corazones."Regreso a Ítaca"
Como Odiseo, volvemos a Grecia y a Roma con el afán de encontrarnos con nuestras raíces.
Apolo y Dafne
No dejo de sorprenderme año tras año de la creatividad de los alumnos. Con especial cariño guardo este cómic que con maestría realizó la alumna Virginia Méndez (3º Cultura Clásica) del IES Infante Don Juan Manuel. Disfrutadlo todos porque merece la pena.
Camino de vuelta
¿Recordáis las peripecias sufridas por Ulises hasta llegar a Ítaca? Algunos ya lo habéis visto: lo importante no es el destino, lo importante es el camino. Mejor que nadie lo plasmó un griego muchos años después a principios del siglo XX; es Konstantinos Kavafis quien materializó sus sentires en forma de palabras.
ÍTACA
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Disfrutad del camino, sin prisa, luchando contra cíclopes o lestrigones.
ÍTACA
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Disfrutad del camino, sin prisa, luchando contra cíclopes o lestrigones.
Despedida de Héctor y Andrómaca

El héroe troyano Héctor se dispone, después de armarse, a salir al campo de batalla. Al atravesar las anchas calles de Troya se encuentra con su mujer Andrómaca, que llora afligida, y su hijo pequeño Astianacte. Andrómaca intuye el fatal destino que le depara a su esposo y trata de convencerlo para que desista de acudir a la batalla. Ésta es su respuesta:
Así dijo, y en manos de su esposa
al niño puso; y la doliente madre,
mezclando con sus lágrimas la risa,
le recibió en el seno, que fragancia
despedía suave. Al ver su lloro,
enternecióse el héroe, y con la mano
la acarició, y la dijo estas palabras :
"¡Consuelo de mi vida! no afligido
tu corazón esté, que hombre ninguno
podrá lanzarme a la región del orco
antes del día que la dura Parca
me tenga prefijado. Y cuando llegue,
fuerza será morir; porque hasta ahora
ningún hombre, cobarde o valeroso,
el rigor evitó de su destino
desde que entró en la vida. A nuestro alcázar
vuelve ahora a entender en las labores
del telar y la rueca, y las cautivas
cuiden de los domésticos afanes;
que de Troya los fuertes campeones
a la defensa de la patria ahora
todos atenderán, y yo el primero."
La batalla de las Termópilas
Este vídeo sobre nos da la oportunidad de visualizar cómo se desarrolló esta mítica batalla en la que lucharon nuestros valientes espartanos
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